viernes, 24 de mayo de 2013















MANHATTAN TRANSFER - John Dos Passos - 1925

El Jimmy de Dos Passos no lo sabía y yo tampoco sabía que Manhattan es una isla y que no es Nueva York, sino uno de los cincos distritos en que se divide la ciudad. Al oeste el Río Hudson la divide de otra ciudad, Nueva Jersey; al norte y noreste el Río Harlem la separa del Bronx, el único distrito de la ciudad que esta en tierra firme, mientras que al este el Río East separa a Manhattan de dos de los otros distritos en que se divide: Brooklyn y Queens, que tambien están ubicados en una isla: Long Insland. El cuarto es Staten Island y es, como su nombre lo indica, otra isla al sur de la gran manzana, separadas por el Río Hudson.

En la famosa isla se concentra el mayor 
espectro cultural, comercial, turístico de la ciudad. Esta a su vez se divide en barrios siendo los mas famosos, el Financial District, quizás mas conocido como Wall Street, Chinatown, Time Square, Soho, Chelsea, Harlem. Para ser mas sintéticos la dividieron en tres sectores, Downtown, Midtown y Uptown, o sea bajo, medio y alto Manhattan. En el Downtown encontramos la Zona Cero (la de las torres), Wall Stret, Chinatown, el Soho, Chelsea, entre los mas conocidos. En el Midtown el mas famoso es Time Square. Sobre la Broadway entre las calles 39 y 52 aproximadamente se concentran la mayor cantidad de salas teatrales, mientras que en calles aledañas hay otras reconocidas como las off-broadway; este sector, es llamado también Tehater District o Broadway (aunque Broadway es una avenida que recorre en forma diagonal, casi la mayor parte de la isla). A pocas cuadras se encuentra el sector mas comercial de la Quinta Avenida, el mas “paquete”, aunque también la Quinta recorre gran parte de la isla, este, entre la 42 y la 59, concentra lo mas glamoroso de la moda internacional. En el Uptown se encuentra el Central Park y el barrio mas conocido por sus negros y sus coros de góspel, el Harlem.


No es fácil perderse, principalmente desde la calle 14  hacia el norte. De este a oeste circulan las calles, en su gran mayoría de mano única. Y de norte a sur, las avenidas, en su mayoría numeradas salvo Lexington Ave., Park Ave., Madison Ave., mientras que en el sector oeste del Uptdown cambian sus números por nombres. La Quinta Avenida, divide las calles en este y oeste, o sea, West 23 St. o East 23 St. Desde la 14 al sur, es decir, el Downtown,  las calles tienen número o nombres y es un poco más fácil perderse ya que hay muchas diagonales. De todos modos siempre esta como referencia la calle Broadway que como ya dije, la encontras en todo Manhattan.

Voy a sintetizar mi paso por esta ciudad dividiendo mis relatos en: Downtown, Midtown, Uptown y otros barrios.



DOWNTOWN






Después de un gigante sándwich y una cerveza sentado a la barra de Ruddy and Dean en Staten Island, volví a la estación del ferry. El cruce es gratuito y la mayoría de los turistas desciende y se dirige a la otra explanada para tomar el que te lleva de vuelta a Manhattan en un recorrido de 8km durante unos 30 minutos.  El mayor atractivo es pasar cerca de la estatua de la Libertad esa señora verde  “…con una antorcha cuya llama / Es el relámpago aprisionado, y su nombre / Madre de los Desterrados. Desde el faro de su mano / Brilla la bienvenida
"ESTATUA DE LA LIBERTAD"
1962
Andy Warhol
para 
todo el mundo; sus templados ojos dominan / Las ciudades gemelas que enmarcan el puerto de aéreos puentes / `Guardaos, tierras antiguas vuestra pompa legendaria!` grita ella. / `¡Dadme a vuestros rendidos, a vuestros pobres / Vuestras masas hacinadas anhelando respirar en libertad / El desamparado desecho de vuestras rebosantes playas / Enviadme a estos, los desamparados, sacudidos por las tempestades a mi / ¡Yo elevo mi faro detrás de la puerta dorada!” (Emma Lazarus, The New Colossus, 1883) y además ver la punta de Manhattan con sus enormes rascacielos.  Mas o menos ese fue el recorrido del Jimmy de la novela de Dos Passos cuando regresaba a su ciudad natal. Así también, luego de contemplar la estatua de la Libertad, los inmigrantes que llegaban del viejo mundo, desembarcaban muy cerca de allí en otra pequeña isla, Ellis, antes de aventurarse en las nuevas tierras, que como en el sur de América, prometían  prosperidad.













En esta tarde del 2012 la prosperidad estaba a la vista. 








La Staten Island Ferry Terminal se encuentra en la desembocadura del río East y caminando hacia el oeste bordeando Battery Park por State St. se llega al inicio de la calle Broadway. Ahí mismo conocí la más barata y mejor manera de comer en N.Y. : los “Deli”. Claro que los hay y los hay, o sea, estos populares restaurantes vienen en versiones de calidad, buenos, medios o sucios (directamente), con entrar y ver, es de fácil deducción. En el comienzo sur de Broadway, bajando unos escalones, nos encontramos con uno medio en aspecto pero con exquisitas “deli”catessen. Comidas frías, calientes, verduras crudas y cocidas, pastas, sopas, carnes para autoservirse y pagar por peso.






Estamos en el Financial District, mas conocido como Wall Street con su famoso icono: el Charging Bull, un toro de bronce de mas de 3000kg. que simboliza el optimismo, la agresividad y la prosperidad financiera. Gente haciendo cola para fotografiarse con él, tocando su hocico o sus bolas para obtener bonanza.




Frente a la iglesia de la Trinidad sobre la calle Broadway, comienza la mundialmente famosa calle Wall que tras recorrer, siete u ocho pequeñas cuadras termina en el río East con una hermosa vista del puente de Brooklyn. Pensar que esta callecita peatonal, fría e insípida, representa el poder mundial del dinero.











De vuelta frente a la iglesia, y caminado unas cuadras hacia el norte está el cubo rojo de Isamu Naguchi de 1967 y desde allí hacia el oeste esta la Ground Zero.





En la Zona Cero estaban ubicadas la famosas torres gemelas destruidas en 2001, hoy hay una plaza en memoria de los muertos por el atentado. En sus 24000 metros cuadrados se han plantado 400 robles bicolor y comparten con dos piscinas de unos 4000 metros cuadrados ubicadas donde estaban la torres. Las dos, similares, están compuestas por enormes cascadas de agua y en cuyas paredes externas están grabados los nombres de los muertos en el atentado, las victimas que se encontraban en las torres, los pasajeros y tripulantes de los aviones estrellados y quienes murieron en los rescates. “Reflejando la ausencia”, asi se llama esta obra del arquitecto Michael Arad y el arquitecto paisajista Peter Walker que fue inaugurada en septiembre de 2011. A metros de allí, acaba de colocarse en estos días la antena que culmina con la nueva One World Center, edificio que reemplaza a las torres gemelas y que se convierte en el mas alto de América con 541 metros de altura.











Otros de los famosos barrios es el Soho, anteriormente habitado por artistas  y de ahí la fama, pero actualmente ha cambiado su interés por la moda, aquí hay grandes marcas ofreciendo sus productos y lo que queda por visitar, si uno no es afecto a las pilchas (o por lo menos de esas marcas) son sus calles con sus históricos edificios construidos en hierro fundido, algunas galerías de arte y muchísimos restaurantes con comidas del mundo.









Hacia el este de Broadway y entre el puente de Brooklyn y calle Canal se encuentra Chinatown con su colorido, sus productos falsos, sus restaurantes vietnamitas difíciles de distinguir de los chinos. Sus veredas atestadas de viajeros, principalmente por Canal y Mott St. siendo (casi) perseguidos por los vendedores de “espejitos de colores”, mientras que alejándose de estos sectores se pueden observar a sus típicos habitantes en sus rutinas diarias; su cultura viva reflejada en mercados abiertos a la calle con sus frutas y verduras exóticas, sus pescados y sus hierbas de todo tipo, su desconfianza por quienes se alejan con sus cámaras del circuito turístico.

















De Litlle Italy está quedando poco. Ya no es el barrio en el que se movía “El Padrino” y sus mafiosos. De Canal hacia el norte solo quedan algunas calles que reflejan el espíritu italiano que antaño supo tener. Chinatown la está invadiendo por el sur y el este mientras que por el norte el Soho se agranda. La tarde del 24 de diciembre, después de un paseo por el Soho terminamos tomando una cerveza en un bar de Nolita, nombre que se le esta dando a esta parte de Little Italy tomada por el Soho, donde hay muchos reductos gastronómicos. Luego bajamos por Mulberry hasta Grand, el epicentro del barrio italiano, y nos dimos una panzada de pastas. Novella ristorante, me sirvió un plato escandaloso de linguini pescatore: exquisitos linguini (tipo spaguetti) con un mix de frutos de mar: ostras, langostinos, mejillones, aritos de calamares, pulpitos, medio bogavante (similar a la langosta) con salsa marinara y albahaca, acompañado de un rico rosato siciliano. Eran las 8 de la noche, llovía y andábamos por Broadway buscando una estación del metro N-R que nos dejaba en 7ª y 55, en la puerta del hotel.












El 31 también comimos en Little Italy, eran las 5 de la tarde cuando caímos en un bolichito de la calle Mulberry y almorzamos. Un poco tarde, pero teníamos hambre, veníamos de recorrer el puente de Brooklyn, congelados y agotados decidimos comernos unas pastas (sencillitas esta vez) con un estimulante tinto italiano.


A las dos de la tarde cuando estábamos acercándonos al puente empezó a fallar la cámara filmadora que llevaba Osvaldo hasta que en un momento no encendió mas. Pregunto a varios orientales de las orillas de Chinatown donde podía arreglarla, pero ninguno se esforzó en contestarle, claro, no lo entendían y si alguno contestaba, seguro que no hubiésemos entendido su respuesta. De pronto apareció una cubana muy predispuesta a ayudarnos y nos mandó para el lado de Broadway. No estaba muy ubicado en el lugar, aunque veía el puente, porque le había errado de estación de metro para bajarnos, siguiendo las indicaciones de la señora fuimos saliendo de esa zona algo inhóspita, y poco a poco me fui ubicando hasta que reconocí el City Hall Park donde en frente se encuentra una famosa tienda de electrónicos J & R. La salvación de Osvaldo, se compró una nueva cámara filmadora. En un Starbucks cercano, el con un café y yo con un hot chocolate, estudiamos un poquito el manual, pusimos a punto la cámara y nos fuimos para el puente. Había algo de sol, pero el viento era helado. Una vez en el puente se sintió más fuerte y más helado.













Según había leído en varios foros de viajeros, era imperdonable estar en N.Y. y no cruzar caminando el famoso Puente de Brooklyn. Y ahí estábamos, junto a tantísimos viajeros de todo el mundo que como yo, no podría perdonarse haber llegado hasta allí y no caminar los 1800 metros de este símbolo neoyorkino construido entre 1870 y 1883 que fue en su inauguración el puente colgante más grande del mundo, un emblema innovador de la ingeniería por el uso del acero en la construcción a gran escala: 



“Ya no se abren fosos hondos en torno de almenadas fortalezas; sino se abrazan con brazos de acero, las ciudades; –Ya no guardan casillas de soldados las poblaciones, sino casillas de empleados sin lanza ni fusil, que cobran el centavo de la paz, al trabajo que pasa; –los puentes son las fortalezas del mundo moderno.–Mejor que abrir pechos es juntar ciudades. ¡Esto son llamados ahora a ser todos los hombres: soldados del puente!” 

escribía José Martí bajo el título “El puente de Brooklyn” y lo publicaba La Nacion de Bs.As. en junio de 1883 en referencia a su inauguración el 24 de mayo de ese año. Nosotros, en estas últimas horas del 2012, cumplíamos un punto más del “…no dejar de hacer cuando vayas a…” del manual del buen viajero, a pesar del enfriamiento que nos agarramos en esta espectacular planchada sobre el rio East.














John Dos Passos, Eugene O`Neil, Henry James me estaban llamando a pasar un rato por el Washington Square Park, el parque que los habrá visto deambular mientras pergeñaban sus historias. El mismo que bajo su cemento resguarda a gran parte de los muertos por la fiebre amarilla de principios del siglo XIX . Donde además se encuentra un gran arco del triunfo en conmemoración de George Washington. Había algo de nieve aún, nieve del día anterior que había caído casi toda la tarde pero que en el centro casi no se amontono. Aquí se mantuvo un poco más y algunos sectores se conservaban blancuzcos.









 Nos fuimos del parque que descansa en el sudeste del barrio y caminamos hacia su centro geográfico y atractivo, el Christopher Park. El barrio, el Greenwich Village fue el escenario de la mayoría de las escenas de la serie Sex and the City, en alguna de estas callecitas vivía Carrie y se paseaba con sus amigas por sus bares, restaurantes y tiendas de ropas “de marca”.










También fue escenario de la famosa Rebelión de Stonewall. En 1969 un grupo de gays y transexuales se enfrentaron a la policía, hartos de las embestidas que venían sufriendo. El gobierno del alcalde Linsday quería limpiar este tipo de “antros” y más aún porque este bar, el Stonewall Inn (ubicado frente al Christopher Park) era frecuentado por negros y latinos. Esa noche de junio una transexual que era arrastrada por la policía hacia el patrullero, se plantó y se defendió a golpes, alentando así al resto de los presentes a hacer lo mismo y desquitarse de tantas agresiones y persecución sufridas por décadas. De allí todos los años a fines de junio se conmemora en todo el mundo, esa revuelta con la “marcha del orgullo GLTB”. George Segal, pintor y escultor integrante del movimiento pop, realizo un grupo de esculturas de tamaño natural homenajeando el amor entre dos hombres y dos mujeres. Estas están ubicadas en una pequeña plaza, el Christopher Park, en la unión de la calle del mismo nombre y la 7º avenida.





En frente una cigarrería es otro símbolo del barrio. Según dicen, una de las esquinas más fotografiadas de Manhattan





Luego de un paseo hasta la costa del río Hudson y de tomarnos un cafecito en el Riviera café caminamos hacia el norte en busca del High Line. Encontramos las escaleras para subir en la esquina de Gansevoort  y Washington St. (en esta parte de Manhatan, les comente anteriormente que las calles tienen nombres y hay muchas diagonales). Estas vías ferroviarias elevadas fueron inauguradas a mediados de los años 30 para evitar más accidentes que venían ocurriendo con el paso del tren por la avenida 10. Durante 50 años funciono transportando productos destinados a las fábricas y almacenes que existían en la zona pero poco a poco fue perdiendo utilidad como la mayoría de los ferrocarriles en el país, dando lugar al transporte automotor. En el 2009 se inauguró el primer sector de esta reconstrucción que se ha transformado en un gran jardín elevado. Un paseo muy interesante para disfrutar miradores, esculturas, algunas intervenciones, antiguas edificaciones entremezcladas con otras modernas, con bancos de diseño incrustados en restos de las antiguas vías y además, atravesando edificios como  el Chalsea Market Passage.












Pero hasta aquí llego, estoy entrando por High Line al Chelsea, un barrio histórico ubicado en el Midtown, relato que ocupara la próxima Blhoja.









No hay comentarios:

Publicar un comentario

PACHACUTEC

PACHACUTEC

ARGENTINA ES TU MUNDO. DATE UNA VUELTA

A TREINTA Y CUATRO AÑOS DE MALVINAS

115 NIETOS RECUPERADOS

SOLO VOS